La Propuesta de la Convención está redactada sobre la base de que Chile es un Estado Plurinacional en el que coexisten diversas naciones y pueblos indígenas (arts. 1, 2 y 5). .
En oposición al proyecto de la Convención, nuestra actual Constitución reconoce que la soberanía recae en la nación chilena (art. 5). De este modo, se mantiene nuestro trayecto histórico como país.
La idea de plurinacionalidad en la Propuesta es una copia de la Constitución de Bolivia, como advirtió el profesor de derecho constitucional, Lautaro Ríos, y el profesor experto en relaciones internacionales, José Rodríguez Elizondo, que no son precisamente hombres de derecha. Ha existido influencia en la incorporación de la Plurinacionalidad en la Propuesta por parte de Evo Morales y, en especial, de su ex Vicepresidente, Álvaro García Linera, quien es el referente intelectual de Gabriel Boric, y además tiene lazos con distintos dirigentes de la izquierda chilena. Es conocido el odio que tiene Morales contra Chile, ya que desea con ansias una salida soberana al mar para de Bolivia. Como relata el mismo Rodríguez Elizondo, la Plurinacionalidad es un veneno que nos debilita como país frente a las pretensiones bolivianas, puesto que Morales y compañía buscan instrumentalizar a los pueblos indígenas para conseguir su salida al mar, a través de la serie de privilegios que se entregan a estos grupos en la Propuesta Constitucional, como las autonomías territoriales indígenas.
En el artículo 2 se establece que la soberanía recae en el pueblo de Chile, pero que está conformado por diversas naciones; sin embargo, ese no es el Chile que conocemos. Chile a lo largo de su historia ha sido una sola nación, en la que caben todos los grupos: mapuches, aymaras, pascuenses, mestizos, etc. Siempre nos hemos reconocido todos como iguales miembros de una misma comunidad política. De ser una nación plural, seremos feudos sectarios y excluyentes
Según el artículo 34, los pueblos y naciones indígenas tendrán sus propias autonomías territoriales, gobierno y justicia, creándose un trato preferencial que vulnera la igualdad ante la ley.
Con el reconocimiento de la autonomía y la facultad de autogobernarse a los grupos indígenas, se estará promoviendo el separatismo en Chile por parte de diferentes grupos étnicos y culturales; toda vez que se les reconoce como sujetos políticos diferentes a la nación chilena común. Lo anterior significa la profundización de un conflicto ya existente entre grupos separatistas y el Estado de Chile, pues se elimina el gobierno común que debemos tener todos los chilenos.
Asimismo, la Propuesta de la Convención les entrega un poder de veto a los indígenas, a través del consentimiento que deben prestar para las materias o asuntos que afecten sus derechos reconocidos en la constitución (191.2). Además, la Propuesta le asegura a los indígenas el derecho de poseer escaños reservados en la composición de determinados organismos del Estado, es decir, privilegios que no tienen los chilenos.
Si se destruye la chilenidad, desaparecerá el elemento universal que nos une a todos, indistintamente de nuestros orígenes étnicos o religiosos: el ser chilenos. Sin chilenidad no habrá comunidad política que nos convoque a un proyecto en común. En definitiva, cada grupo étnico oprimirá y expoliará al otro, en búsqueda de beneficios.